Hay títulos cinematográficos imposibles de traducir, otros que son muy localistas y deben adaptarse a un público en concreto; a veces la censura hace de las suyas y otras tantas, simplemente, estas “traslaciones” parecen caprichos de los propios traductores. Muchas películas han ganado puntos a favor gracias a las nuevas denominaciones que les dieron, pero existe una amplia mayoría que no guardan ninguna relación con su título original y hasta desvirtúan el sentido de la trama, sus temas o sus intenciones artísticas y narrativas.
UNA EVA Y DOS ADANES (SOME LIKE IT HOT, 1959)
Los clásicos de Hollywood han sufrido grandes aberraciones a la hora de pasar por el traductor local. Esta sofisticada obra maestra de Billy Wilder, protagonizada por Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon, se llevó la peor parte si tenemos en cuenta su título original: Some Like It Hot (a algunos les gusta caliente).
Las aventuras de este par de músicos que deben disfrazarse de mujeres y sumarse a una banda musical femenina para escapar de unos mafiosos, toca unos cuantos temas inclusivos adelantados para su época, ¿será por eso que decidieron bajarle el tono “controversial” con un título más casto y bíblico?
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LA NOVICIA REBELDE (THE SOUND OF MUSIC, 1965)
No es ningún secreto que el mote local de uno de los musicales más famosos y reconocibles de la historia del cine no tiene absolutamente nada que ver con el título original, el mismo que la obra de Broadway en el que está basado.
The Sound of Music no solo es la historia de María von Trapp y su familia, sino el nombre de la canción de apertura, junto con una de sus imágenes más características: esta novicia, aparentemente rebelde, entonando sus cantitos al viento en medio de los Alpes austriacos. Admitamos que la traducción literal, “El Sonido de la Música”, tampoco ayuda.
EL EXTRAÑO MUNDO DE JACK (THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS, 1993)
Hay que tener mucha imaginación para transformar The Nightmare Before Christmas (pesadilla antes de Navidad) en el clásico título que todos conocemos, y que transformó al bonachón de Jack en toda una celebridad gótica animada cortesía de Henry Selick y Tim Burton.
Suponemos que el nombre original resultó demasiado oscuro y depresivo para promocionar un musical (infantil) hecho en stop motion que narra la conflictiva existencia del rey de Halloween Town, quien cansado de la rutina, decide hacerse cargo de las celebraciones de la Navidad, sin entender del todo el concepto de esta festividad.
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EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE (YOUNG SHERLOCK HOLMES, 1985)
Títulos spoileantes si los hay, esta joyita ochentosa dirigida por Barry Levinson, que pasó bastante desapercibida en su momento, cuenta con el primer personaje creado totalmente por computadora y otros grandes efectos digitales cortesía de la principiante gente de Pixar. Llamada originalmente Young Sherlock Holmes, narra las peripecias del famoso personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle y su fiel amigo Watson en sus años de juventud, tratando de resolver algún que otro misterio en un internado londinense en 1870. Por si les queda alguna duda, sí, todo tiene que ver con una inmensa pirámide escondida entre los cimientos de la ciudad que, obviamente, esconde un terrible secreto.
¿Y DÓNDE ESTÁ EL PILOTO? (AIRPLANE!, 1980)
El clásico de clásicos de las parodias al cine catástrofe que hicieron furor en la década del setenta, dirigido por ZAZ –Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker–, no tiene originalmente un título tan “elaborado” como el local y solo responde al nombre de Airplane! (Avión), para seguir en la línea de las películas de la saga de Aeropuerto (Airport). Robert Hays, Julie Hagerty, Leslie Nielsen, Robert Stack y Lloyd Bridges, entre otros, intentan poner a salvo esta nave –cuya tripulación cae enferma tras ingerir alimentos en mal estado– a fuerza de buenos chistes, el absurdo y algunas de las mejores frases de la historia del séptimo arte.
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