El ‘viaje temporal’ es un concepto –científico y narrativo– de desplazamiento hacia delante o hacia atrás en diferentes puntos del tiempo, similar a como se hace en el espacio; aunque algunas interpretaciones también sugieren la posibilidad de trasladarse a través de diferentes realidades o universos paralelos.
Por supuesto, también es uno de los temas favoritos del cine de ciencia ficción y la fantasía, utilizado en infinidad de variantes, ya sean comedias de aventuras, dramas distópicos o complicadísimos thrillers psicológicos. Los ejemplos abundan, y cómo Volver al Futuro (Back to the Future, 1985) festeja sus primeras cuatro décadas de existencia cinematográfica, aprovechamos para repasar otras historias de viajes espacio-temporales.
12 MONOS (TWELVE MONKEYS, 1995)
En el año 1996 se esparce un virus mortal que aniquila a gran parte de la población del planeta. Para 2035, solo 1% sobrevive en condiciones deplorables bajo tierra. En este escenario sin futuro, el convicto James Cole (Bruce Willis) se ‘ofrece’ como voluntario para una misión peligrosísima: ser enviado al pasado para poder recoger datos sobre el origen de la epidemia, sus presuntos culpables –“El Ejército de los 12 Monos”– y, en lo posible, encontrar la toxina antes de que cause todos estos estragos. Lamentablemente, los cálculos no salen del todo bien y va a parar al año 1990, donde lo consideran un verdadero loco suelto.
EL PLANETA DE LOS SIMIOS (PLANET OF THE APES, 1968)
Después de dieciocho meses de profunda hibernación, George Taylor (Charlton Heston) y otros dos astronautas descubren que su nave espacial se estrelló en un extraño planeta… en un futuro distante. Según la computadora es el año 3978, y el lugar está gobernado por una raza de simios inteligentes que esclavizan y asesinan a una especie muy primitiva: los humanos. A la larga, Taylor logra escapar, sólo para revelar una verdad aún más aterradora. Más allá de la acción, la aventura y los innovadores efectos especiales, la película de Franklin J. Schaffner es un retrato inteligente, sofisticado y provocador sobre la condición humana, cuyas reflexiones llegan hasta nuestros días.
LA ODISEA: TODO LO QUE SABEMOS
BANDIDOS DEL TIEMPO (TIME BANDITS, 1981)
Con esta película, Terry Gilliam –que vuelve a colarse en la lista después de 12 Monos– inaugura su “trilogía de la imaginación”, donde la libertad de pensamiento está representada a través de la figura de su joven protagonista. En esta oportunidad, Kevin: un chico muy imaginativo que descubre que su habitación esconde un fabuloso portal temporal que lo llevará a vivir un montón de aventuras. ¿Sus compinches? Una banda de enanos que posee un mapa detallado con todos estos ‘agujeritos’, el que utilizan para ir de lugar en lugar, robando todo tipo de tesoros y reliquias.
EL EXPERIMENTO PHILADELPHIA (THE PHILADELPHIA EXPERIMENT, 1984)
Basado en una ‘leyenda urbana’ o en un verdadero incidente ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial (ustedes elijan), este clásico de culto ochentoso dirigido por Stewart Raffill nos lleva al año 1943, cuando el USS Eldridge –un destructor de la marina estadounidense– forma parte de un experimento que lo hará invisible ante los radares del enemigo. La cosa, por supuesto, sale tremendamente mal: el barco desaparece de la bahía de Filadelfia y los dos únicos integrantes de la tripulación que logran sobrevivir van a parar al desierto de Nevada… cuarenta años en el futuro.
5 PELÍCULAS DE MONSTRUOS QUE AMAMOS
PEGGY SUE, SU PASADO LA ESPERA (PEGGY SUE GOT MARRIED, 1986)
Peggy Sue (Kathleen Turner), cuarentona y a punto de divorciarse, decide asistir a la reunión de reencuentro de la secundaria, a pesar de sus reticencias. No faltan los buenos recuerdos, pero sus emociones no le juegan una buena pasada; y cuando es elegida Reina de la Noche, sufre un ataque que la transporta nuevamente a su juventud en los años sesenta. Allí, su futuro ex marido, Charli (Nicolas Cage), es todavía el noviecito que la corteja. Además, debe volver a convivir con sus padres conservadores, aunque también tiene la posibilidad de cambiar el curso de su infeliz y actual existencia. Sí, Francis Ford Coppola tiene en su haber una película de viajes temporales.
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