Las adaptaciones cinematográficas pueden ser complicadas y no siempre dejan a todos contentos, ya sean los autores del material en que se basan (o sus descendientes) o los fans que siempre tienen algo que decir al respecto.
Muchas veces literales y otras no tanto, las diferencias entre el libro y la película pueden resultar un punto a favor para los directores y guionistas que, muchas veces, logran redefinir un relato conocido… o mejorarlo, cuando este no sobresale por sus propias características.
También puede ocurrir lo contrario. Como en la nota anterior, acá no se trata de juzgar si es una buena o mala adaptación, lo que importa es cuán alejado quedó el material original del producto terminado.
INVASIÓN (STARSHIP TROOPERS, 1997)
Acá, el problema no solo reside en que esta sátira militar dirigida por Paul Verhoeven guarda poca relación con la novela homónima de Robert A. Heinlein, sino que ambas fueron bastante mal interpretadas en su momento. Así y todo, cada una es genial a su manera. La controvertida obra de Heinlein fue acusada de racista, de promover el fascismo y el dominio militar en una época (fue publicada en 1960) donde la necesidad de una guerra no era bien vista por los hippies y sus protestas pacifistas.
El planteo del autor se centra, básicamente, en una cultura espartana donde todas las decisiones son tomadas por ex soldados. La cinta toma estos conceptos y los ridiculiza con clara intención, evocando incluso a la Alemania Nazi en el uso de su iconografía y forma propagandística. Al momento de su estreno, esta historia que sigue la carrera militar de un joven recluta hasta sus días de oficial liderando la avanzada contar unos bichos extraterrestre que amenazan con destruir la Tierra, también fue mal entendida y encasillada como una típica película de acción llena de violencia y sexo que celebra el totalitarismo.
5 GRANDES HISTORIAS DE ORIGEN SUPERHEROICAS
V DE VENGANZA (V FOR VENDETTA, 2005)
El drama distópico dirigido por James McTeigue y producido por las hermanas Wachowski adapta la serie de cómics homónima creada por Alan Moore y David Lloyd, situada en un futuro cercano a finales de la década del noventa. Tras una guerra nuclear que destruyó gran parte del planeta, Gran Bretaña queda sumida en un régimen totalitario, opresivo y vigilante que mantiene a raya a la población.
Pero un misterioso ‘terrorista’ enmascarado, que se hace llamar “V”, les hace frente a través de una elaborada y violenta cruzada que tiene como objetivo derrocar al gobierno e incitar a los habitantes para que tomen el asunto en sus propias manos. Hasta ahí todo bien, pero los realizadores parecen haber querido deshacerse del tercer acto de la novela gráfica y utilizar al personaje como contrapunto para expresar sus propios temas. Obviamente, Moore no estuvo de acuerdo con los cambios y pidió que retiraran su nombre de los créditos.
EL GIGANTE DE HIERRO (THE IRON GIANT, 1999)
Brad Bird se basa muy libremente en el libro infantil de Ted Hughes, The Iron Man (1968), para narrar esta historia retro animada sobre un inteligente y entusiasta pequeñín, Hogarth Hughes, que entabla amistad con un gigantesco y bonachón robot venido del espacio exterior, al cual el gobierno quiere eliminar a toda costa. La película fue todo un fracaso comercial, aunque está considerada una de las mejores de la historia, en parte, porque Bird se rehusó a convertirla en un típico producto al estilo de Disney.
Plagada de referencias a la paranoia en torno a la Guerra Fría y el macarthismo, e inspirada por cortos educativos como Duck and Cover y los clásicos de ciencia ficción de la época, el film difiere bastante de la obra original, desde su ambientación y su tono: un relato más cercano a una fábula para la hora de dormir que el complejo y encantador análisis que plantea el director de Los Increíbles.
5 GRANDES HISTORIAS DE ORIGEN SUPERHEROICAS – PARTE 2
LA ÚLTIMA ESPERANZA (THE OMEGA MAN, 1971)
Boris Sagal es el encargado de dirigir la segunda adaptación cinematográfica de Soy Leyenda (I Am Legend), la novela de ciencia ficción de Richard Matheson publicada en 1954. Esta vez, protagonizada por Charlton Heston, la historia apocalíptica se desvía completamente del relato original, descartando los elementos vampíricos, a excepción de unas pseudo criaturas fotosensibles.
En el libro, la humanidad ha involucionado en una especie de chupasangres y el único hombre inmune se las ingenia para sobrevivir y aniquilarlos. Irónicamente, resulta ser el tipo malo de la historia, que va por ahí aterrorizando a estas pacíficas criaturas. La película respeta muchos de estos elementos, pero mientras el protagonista hace todo lo posible para mantenerse vivo, encuentra a otros sobrevivientes a los que trata de ayudar hasta que deciden traicionarlo. Un final menos lúgubre que la novela, pero también menos interesante.
CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN (HOW TO TRAIN YOUR DRAGON, 2010)
Aunque es una de las mejores películas animadas de DreamWorks, poco y nada guarda relación con la serie de libros homónimos de la autora británica Cressida Cowell en las que se basa. Sí, hay un joven llamado Hiccup (mucho más pequeño en el libro). Y sí, entabla una extraña relación con un escupefuego al que llama Toothless (Chimuelo). Al final también aparece un tremendo dragón al que deben hacerle frente.
Hasta ahí, lo único que comparten estos dos relatos donde, originalmente, Toothless es una pequeña bestia que debe ser entrenada por el nene (algo que hacen todos los vikingos) para no ser echado de la aldea. Los guionistas Dean DeBlois y Chris Sanders toman inspiración del libro para crear su propia y fascinante historia, un poquito más madura y sofisticada que la trama infantil de Cowell.
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