Cillian Murphy se ha convertido en una de las grandes estrellas de Hollywood en los últimos años, y hay varios motivos para ello.
A pesar de formar parte de algunas de las películas más taquilleras de todos los tiempos –en gran medida, gracias a Christopher Nolan–, el ganador del Oscar siempre mantuvo un perfil bajo, incluso después de ganarlo por Oppenheimer (2023). Simplemente porque lo queremos mucho y es uno de los grandes actores de su generación, repasamos cinco grandes que marcaron su carrera.
STEVE (2025)
Su último trabajo ya se puede ver en Netflix: la adaptación del libro Shy de Max Porter, un drama dirigido por Tim Mielants, ambientado a mediados de la década del noventa. Todo transcurre en un día crucial en la vida de Steve (Murphy), director de un reformatorio que, para muchos de los estudiantes, representa la última oportunidad de salir adelante.
Mientras lucha por proteger la integridad de la institución y evitar su cierre, Steve tiene que lidiar con sus propios conflictos personales y con Shy (Jay Lycurgo), un problemático adolescente que debe balancear su fragilidad emocional con sus impulsos autodestructivos.
PEAKY BLINDERS
A pesar de su desenlace en 2022, el drama criminal creado por Steven Knight promete seguir explorando las peripecias de la familia Shelby: gánsters de profesión asentados en la ciudad de Birmingham (Inglaterra), a principios de la década del veinte.
Liderados por el joven y temerario Thomas Shelby (Murphy), un veterano condecorado de la Primera Guerra Mundial –con varios traumas a cuestas– que solo quiere lo mejor para los suyos, los Shelby buscan ascender en la escala social (y delictiva) para ganarse un poco de respeto.
Mucho cambió desde aquella primera temporada en 2013, pero nunca la violencia y la tensión de esta historia de mafiosos de raíces romaníes con grandes actuaciones y una gran banda sonora que mezcla época con lo mejor del rock.
EXTERMINIO (28 DAYS LATER…, 2002)
A comienzos de su carrera, Danny Boyle revolucionó el subgénero de ‘zombies’ –en este caso, infectados– con esta película de terror que, básicamente, habla de la supervivencia, el heroísmo y la naturaleza salvaje del ser humano. Un grupo de activistas decide liberar a un grupo de chimpancés rabiosos de un laboratorio de armas químicas, pensando en hacer el bien y sin medir las consecuencias de sus actos.
28 días después, Londres se encuentra devastada y desierta, mientras los sobrevivientes deben hacerle frente a una horda de infectados en medio del horror de una ciudad que se desmorona. En este escenario, Jim (Cillian Murphy) y Selena (Naomie Harris) cruzan caminos en busca de una salvación o, al menos, un lugar seguro.
DUNKERQUE (DUNKIRK, 2017)
El primer acercamiento de Christopher Nolan a la temática de la Segunda Guerra Mundial es una producción casi experimental que pide prestadas muchas técnicas del cine mudo.
El director toma como punto de partida la llamada ‘Operación Dinamo’ –la evacuación de miles de soldados aliados, acorralados por los alemanes en las playas de Dunkerque, en junio de 1940– para transformar un hecho real en un thriller cargado de drama, tensión y acción, contado a través de tres líneas temporales: mar, tierra y aire.
En su quinta colaboración con el realizador, Cillian interpreta a un oficial conmocionado que logra ser rescatado de entre los restos de un barco bombardeado por el enemigo.
DESAYUNO EN PLUTÓN (BREAKFAST ON PLUTO, 2005)
Neil Jordan dirige esta singular dramedia basada en la novela homónima de Patrick McCabe, ambientada en la Irlanda de los años sesenta y setenta. Patricia ‘Kitten’ Braden (Murphy) es una mujer transexual huérfana, quien decide abandonar su pueblito natal –el ficticio Tyrellin– con el sueño de encontrar a su madre biológica, que la abandonó para establecerse en Londres.
En medio de la época más cruenta del conflicto norirlandés y el terrorismo del IRA, Kitten debe hacerle frente a los prejuicios y las dificultades de ser una mujer transexual, además de la xenofobia hacia los irlandeses en la propia Gran Bretaña.