jueves, diciembre 5, 2024

Para algunos actores es difícil alejarse de los roles que marcaron su carrera, y acá repasamos 5 de los más conocidos.

No siempre es culpa de los actores (¿tal vez de sus agentes?) y, muchas veces, el ‘encasillamiento’ está asociado a los personajes que les tocó interpretar, convertidos en íconos de la pantalla y la cultura pop, casi de la noche a la mañana… 

Ojo, el público tampoco sabe soltar, digamos todo. Sabemos que tienen mucho más para ofrecer, pero cuando escuchamos sus nombres, podemos evitar que ESOS papeles se nos vengan a la cabeza de inmediato. ¿Les pasa? 

Christopher Reeve – Superman

Christopher Reeve era casi un ignoto debutante cuando Richard Donner lo casteó para convertirse en el hijo de Krypton más celebrado de todos los tiempos. Los trabajitos en cine y TV siguieron llegando, pero ninguno tan prominente como el del Hombre de Acero. 

Tanto así fue el estigma superheroico que, una década después, Reeve seguía cobrando cheques para calzarse los calzoncillos rojos en secuelas de dudosa calidad como Superman IV: En Busca de la Paz (Superman IV: The Quest for Peace, 1987). ¿Será culpa de la ‘maldición de Superman’? No vamos a culparlo porque se lo extraña y creemos que hubiera podido realizar grandes cosas.   

Actores Encasillados Christopher Reeve
WB

Mark Hamill – Luke Skywalker

El joven Mark la venía remando, hasta que su carrera explotó gracias a George Lucas y La Guerra de las Galaxias (Star Wars, 1977). Nadie pudo anticipar semejante éxito, y aunque Hamill intentó despegarse un poco del héroe galáctico con historias más ‘serias’ como Más Allá de la Gloria (The Big Red One, 1980) de Samuel Fuller –una de las mejores películas bélicas de todos los tiempos–, nunca llegó a conseguirlo y prefirió abrazar su destino y sacar todo el provecho posible de la franquicia. 

Su Luke Skywalker nos sigue pegando en el alma, justamente, porque Mark está detrás para sostener la leyenda… una leyenda que solo se vio opacada por otro personaje icónico de la cultura pop: el Joker de Bruce Timm, al que Hamill le prestó la voz y el carisma.

Anthony Perkins – Norman Bates

Si pensamos en asesinos seriales cinematográficos hay un par que se nos vienen inmediatamente a la cabeza. De seguro, el Hannibal Lecter de Anthony Hopkins es uno de ellos; pero mucho antes del caníbal estuvo el Norman Bates de Anthony Perkins que, después del éxito de Psicosis (Psycho, 1960) –y ya sin la mano maestra de Alfred Hitchcock–, volvió tres veces a encarar al personaje en secuelas para el olvido. 

Ojo, estuvo nominado al Oscar como Mejor Actor de Reparto por La Gran Tentación (Friendly Persuasion, 1956), pero es obvio que Norman absorbió su carrera, así como la señora Bates absorbió la psique de su hijo.

Actores Encasillados Anthony Perkins Norman Bates
Paramount Pictures

Sharon Stone – Catherine Tramell

Sharon Stone se recibió de ‘símbolo sexual’ (algo muy propio de los años ochenta y noventa) al protagonizar Bajos Instintos (Basic Instinct, 1992), una de las películas eróticas más significativas de la época. Bueno, al menos, lo es su apertura de piernas, convertida en una de las escenas más recordadas del séptimo arte… y de toda su carrera. 

La señora actriz tiene un larguísimo currículum y hasta una nominación al Oscar como Mejor Actriz Principal gracias a Casino (1995), pero nunca pudo despegarse de la novelista Catherine Tramell, tanto así que volvió a interpretarla en Bajos Instintos 2 (Basic Instinct 2, 2006), una de las peores secuelas de todos los tiempos.

Ralph Macchio – Daniel Larusso

Tanto “poner cera… quitar cera” hizo mella en el joven Ralph Macchio que, a pesar de tener algunas cositas interesantes en su currículum como Los Marginados (The Outsiders, 1983) o Encrucijada (Crossroads, 1986), nunca se pudo despegar del suceso (y el estigma) del karateka Daniel Larusso. 

El actor creció, probó otros trabajos y algunas series exitosas, pero el pasado vino a buscarlo para volver a calzarse el keikogi y enfrentarse –una vez más– a su más grande enemigo, Johnny Lawrence (William Zabka), en Cobra Kai. Admitimos que ‘el rescate emotivo’ cumplió con creces: Daniel San se convirtió en villano y el bueno de Ralph sigue facturando con el mismo personaje desde hace 40 años.

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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.