domingo, diciembre 21, 2025

Con el estreno de Avatar: Fuego y Cenizas (Avatar: Fire and Ash, 2025), James Cameron quiere volver a demostrar su poderío visual en la pantalla grande y, por supuesto, en la taquilla. Para celebrar la vuelta a Pandora, repasamos cinco de los títulos más relevantes en la escueta carrera del realizador. 

TERMINATOR (THE TERMINATOR, 1984)

Para el año 2029, las máquinas (gobernadas por Skynet) han devastado la Tierra y aniquilado a gran parte de la humanidad, pero están a punto de perder la guerra a manos de la resistencia liderada por John Connor. En este escenario, no tienen mejor idea que enviar a un cyborg asesino e indestructible al año 1984, para que encuentre y asesine a Sarah (la futura madre de John), y así evitar que el rebelde nazca. 

Pero la resistencia se entera de los planes y también tiene un as bajo la manga: mandar a un soldado humano para protegerla. Con este enredo temporal de bajo presupuesto, Cameron cimenta su incipiente carrera, empuja la de Arnold Schwarzenegger y da comienzo a una de las franquicias de ciencia ficción más queridas, a pesar de sus puntos más bajos.   

ALIENS: EL REGRESO (ALIENS, 1986)        

Si con Alien: El Octavo Pasajero (Alien, 1979), Ridley Scott intentaba ser minimalista, claustrofóbico e intimista, entonces, no nos equivocamos si decimos que esta secuela es todo lo contrario. Acá, James Cameron se pone más sangriento, espectacular y grandilocuente, tanto así, que tuvo que sumar a la reina de todos los xenomorfos para activar el instinto maternal de Ellen Ripley (Sigourney Weaver). 

Después de sobrevivir a la Nostromo, la suboficial debe aceptar una nueva misión: regresar al planeta LV-426 –donde su tripulación encontró los primeros huevos alienígenas– porque Weyland-Yutani ha perdido contacto con la colonia terraforme que se instaló allí. 

EL SECRETO DEL ABISMO (THE ABYSS, 1989) 

Cameron conjuga ciencia ficción, paranoia en plena Guerra Fría y el miedo ante lo desconocido tan propio de las historias de extraterrestres de la década del cincuenta. En este escenario, las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se ponen un poquito más ríspidas cuando el submarino nuclear estadounidense USS Montana choca contra un objeto no identificado y va a parar al fondo del Océano Atlántico. 

La marina necesita encontrar las causas de este desastre y solicita la colaboración de los miembros de una plataforma petrolera submarina para llegar al lugar donde descansa la nave… y todo el armamento que llevaba consigo. Militares y civiles deben colaborar para llevar a cabo la tarea, pero las diferencias empiezan a surgir ante la aparición de unos seres maravillosos y amigables.

MENTIRAS VERDADERAS (TRUE LIES, 1994)

La doble vida de Harry Tasker (Arnold Schwarzenegger) –intrépido agente especial del gobierno/aburrido vendedor y padre de familia– se pone patas para arriba cuando, en medio de una investigación sobre el robo de armas nucleares a manos de fanáticos terroristas, descubre que su esposa Helen (Jamie Lee Curtis) lo engaña, por el simple hecho de querer sumar un poco de aventura a su monótona existencia. 

Cameron se corre de la ciencia ficción para jugar con el humor y la acción desenfrenada. Toma cada uno de los convencionalismos del género y las películas de espionaje para satirizarlos y crear una gran aventura de súper acción que se mezcla con las avenencias de la vida familiar y cotidiana. 

TITANIC (1997)

Cameron se la juega con su película más ambiciosa hasta ese momento y se convierte en el verdadero “rey del mundo” después de 1.800 millones de dólares recaudados y once premios de la Academia. La fugaz y apasionada historia de amor entre Jack (Leonardo DiCaprio) y Rose (Kate Winslet) es tan legendaria como el propio RMS Titanic; un melodrama que va más allá del romance de sus protagonistas para hablar de la codicia y la lucha de clases. 

El escenario es el trunco viaje del transatlántico, que parte de Southampton rumbo a Nueva York, pero nunca llega a destino; al igual que la joven Rose, quien decide cambiar su suerte y evitar el matrimonio con el adinerado Cal Hockley (Billy Zane), tras conocer a Jack, un aventurero pasajero de tercera clase. 

Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.