jueves, abril 25, 2024

¿Ya no hay estrellas de cine?

Otro día, otra ‘polémica’ sobre Marvel, los superhéroes y algunos directores renombrados que deciden dar su opinión sobre el estado actual de la industria cinematográfica. Esta vez le tocó a Quentin Tarantino, un fan declarado de los cómics –hasta lo tentó hacer una película de Luke Cage con Laurence Fishburne, allá por la década del noventa– y la cultura pop, que declaró algo que es bastante cierto: “Parte de la marvelización de Hollywood es… tenés a todos estos actores que se han vuelto famosos interpretando a estos personajes, pero no son estrellas de cine. Capitán América es la estrella. O Thor es la estrella… son estos personajes de la franquicia los que se convierten en estrellas”. 

Las palabras de QT encierran su verdad, aunque no fueron bien recibidas –ni bien interpretadas– por algunos actores del MCU (te estamos mirando Simu Liu). El realizador habla de un ‘flagelo’ que no solo tiene que ver con los héroes comiqueros que hoy inundan las pantallas, sino con las propiedades intelectuales en general, tan explotadas por los estudios a cambio de sus buenas ganancias.

¿Ya no hay estrellas de cine? – Marvel Studios celebra sus 10 años

Unos 25 o 30 años atrás, Hollywood vivió la era de las grandes estrellas, actores y actrices con sueldos millonarios y el poder de atraer a los espectadores a las salas con solo poner su cara y su nombre en las marquesinas. Fue la época de oro para Arnold Schwarzenegger, Julia Roberts, Will Smith, Jim Carrey y los Tom, Hanks y Cruise: dueños indiscutidos de la taquilla hasta el arribo del nuevo milenio, donde las franquicias y los personajes de ficción usurparon su lugar en el panteón del estrellato. 

CINE VS. STREAMING: UN CONFLICTO SIN GANADORES

¿Lo mejor? A nadie le importaba (tanto) qué actor o actriz se ponía en la piel de Harry Potter, Frodo Baggins, Peter Parker o los X-Men si daba con el fisic du rol y se comprometía con el papel. Tener un rostro reconocido y una naturaleza carismática siempre fue un plus, pero los estudios veían con buenos ojos esto de ahorrar millones de dólares reemplazando a esas grandes estrellas por intérpretes de segunda línea. A esto se refiere Tarantino, ni más ni menos: una nueva era cinematográfica donde los que convocan son los héroes ficticios y no sus alter egos de carne y hueso. 

Si bien los superhéroes, los magos y los transformers son las verdaderas “estrellas” del momento, todavía quedan nombres atractivos para el público. Tom Cruise sigue ligado a varias sagas exitosas (Top Gun, Misión Imposible), pero es su estatus el que resuena en los fans a la hora de comprar entradas. Se puede decir lo mismo, en menor medida, de Leonardo DiCaprio o Brad Pitt, actores de la ‘vieja escuela’ que sobreviven y se adaptan, aunque su magnetismo taquillero no siempre es infalible.

¿Ya no hay estrellas de cine? – Tom Cruise

En este grupo de “perseverantes” también podemos incluir a varios directores: cineastas con su buena base de seguidores, que son marcas de calidad (y garantía de suceso) en sí mismos. Unos años atrás nombraríamos a Steven Spielberg, Ron Howard o Robert Zemeckis; hoy nos quedamos con el mismísimo Quentin, Christopher Nolan, James Cameron y hasta el ascendente Jordan Peele, que no para de acumular éxitos, premios y buenas críticas. 

Acá se separan las aguas para aquellos que reclaman más originalidad y calidad en la pantalla grande. Las propiedades intelectuales no están exentas de estas características, pero solo logran destacarse cuando vienen acompañadas de esos nombres más ligados al arte (o, al menos, una búsqueda artística) que a la mera producción en masa. Al final, la conclusión siempre es la misma: la búsqueda de variedad, de un equilibrio donde haya lugar para todo tipo de historias, personajes, miradas y, sobre todo, cine. 

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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.