El ‘buddy film’ o película de compañeros se define como un subgénero “que enaltece las virtudes de la camaradería masculina y relega la relación hombre-mujer a un segundo plano”. Este vínculo entre dos (o hasta tres) personajes con personalidades muy distintivas –en general son hombres, pero puede haber excepciones– se transforma en la trama principal que, en muchos casos, se produce cuando deben dejar de lado sus diferencias y unirse en pos de una causa común. 

Estos ‘bromances’ cinematográficos existen desde la década del veinte gracias a dúos cómicos como Laurel & Hardy y, posteriormente, a la infinidad de películas protagonizadas por Jerry Lewis y Dean Martin o Jack Lemmon y Walter Matthau; pero el género se intensificó a partir de la década del setenta como respuesta al movimiento feminista, donde se reemplaza el romance tradicional por esta amistad en constante desarrollo. 

Depredador: Tierras Salvajes (Predator: Badlands, 2025) nos trae una nueva dupla que debe aprender a trabajar en equipo para sobrevivir. Por un lado, Dek (Dimitrius Schuster-Koloamatangi), un joven yautja marginado que quiere probar su valía. Por el otro, Thia (Elle Fanning), una androide científica de Weyland-Yutani fascinada con la aventura. La película de Dan Trachtenberg nos da la excusa perfecta para repasar otros grandes dúos dinámicos de la pantalla grande. 

ARMA MORTAL (LETHAL WEAPON, 1987)

Roger Murtaugh (Danny Glover) y Martin Riggs (Mel Gibson) son la típica pareja de policías conformada por el veterano “estoy demasiado viejo para esto” y el joven temerario “soy un loco lindo y suicida”; reacios a trabajar juntos al principio, pero que terminan uniendo fuerzas para luchar contra el crimen y, de paso, convertirse en uno de los dúos más entretenidos del género a lo largo de cuatro películas. En 2016, Clayne Crawford (Riggs) y Damon Wayans (Murtaugh) quisieron repetir la magia en la TV, y aunque la serie duró tres temporadas, nunca superó a la dupla original. 

48 HORAS (1982)

La variante más común a la pareja de policías que no se lleva bien, es la conformada por el duro agente de la ley y el delincuente arrogante, que se llevan aún peor. Jack Cates (Nick Nolte) se une a regañadientes con Reggie Hammond (Eddie Murphy), un criminal puesto temporalmente en libertad condicional, que podría ayudarlo a atrapar a un violento asesino. Ambos deben superar sus diferencias raciales y morales en esta comedia de acción dirigida por Walter Hill que tuvo su secuela –Otras 48 Horas (Another 48 hrs.)– en 1990. 

EL GOLPE (THE STING, 1973)

Después de juntarse en Dos Hombres y un Destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid, 1969) –otra gran buddy movie–, Robert Redford y Paul Newman reparten encanto y carisma por igual en esta comedia de engaños ambientada en 1936, en el apogeo de la Gran Depresión, centrada en un joven delincuente que decide hacer equipo con un experimentado estafador para ganar una fortuna y buscar venganza por un amigo en común. 

Acá, la clave es la ‘buena química’ entre los dos intérpretes, y la satisfacción de saber que, de vez en cuando, el crimen sí paga. George Roy Hill dirige este clásico ganador de siete estatuillas doradas que tuvo una secuela para el olvido. 

LOS HERMANOS CARADURA (THE BLUES BROTHERS, 1980)

John Landis mezcla road movie y musical para que dos de los mejores cómicos de la época salten de un sketch de Saturday Night Live a la pantalla grande. Los hermanos Jake (John Belushi) y Elwood Blues (Dan Aykroyd) se embarcan en una “misión de Dios” para salvar el orfanato donde crecieron, y tienen solo 11 días para volver a juntar a su banda y recaudar el dinero necesario. 

Así, las calles de Chicago serán testigo de persecuciones automovilísticas, números musicales y un montón de cameos de grandes artistas como James Brown, Aretha Franklin, Ray Charles, John Lee Hooker… y un tal Steven Spielberg. 

EL MUNDO SEGÚN WAYNE (WAYNE’S WORLD, 1992)

Mike Myers y Dana Carvey también llevan su popular sketch de Saturday Night Live a la gran pantalla con esta historia musical de underdogs. Wayne y Garth son dos ingenuos amigos amantes del rock que montan su propio programa de TV en el sótano de su casa. 

La popularidad no tarda en llegar, al igual que los problemas y los oportunistas, pero la amistad prevalece por sobre todas las cosas. La música es excelente, al igual que la sinergia entre estos dos intérpretes que convirtieron a sus personajes en todo un estandarte para una generación. Party on!