viernes, abril 19, 2024

El actor Kit Harington, que interpretaba a Jon Snow en Game of Thrones, dio una entrevista al periodista Jeff Cagle en la que reveló que su estadía en la clínica Privé-Swiss de salud mental está directamente conectada con su experiencia grabando la serie de HBO.

En mayo de 2019, Harington se internó voluntariamente en la institución buscando asistencia psiquiátrica: “Pasé por dificultades relacionadas con mi salud mental al terminar de grabar ‘Thrones’. Para ser honesto, creo que tuvo que ver con la naturaleza del trabajo que venía haciendo durante años.

Harington, de 34 años, se retiró durante un año de la actuación y recién retomó su carrera con un capítulo de la serie romántica Modern Love de Amazon: “Aprendí que no es necesario vivir en ese lugar intenso todo el tiempo ¿por qué no hacer algo que alivie esa presión? ¿algo divertido?” En noviembre se estrena Eternals de Marvel, el último papel que Harington aceptó antes de esa pausa.

El recuerdo de Game of Thrones no siempre es positivo para los veteranos de la serie. Esta misma semana, Jason Momoa dio una entrevista al New York Times en la que pasó un momento incómodo. El periodista preguntó si lamentaba haber grabado las escenas en las que su personaje Khal Drogo abusa sexualmente de Daenerys Targaryen (Emilia Clarke). Momoa respondió que él es un actor y responde a las necesidades del guión y de la producción, no son decisiones que él tome.

La relación entre Khal Drogo (Jason Momoa) y Daenerys (Emilia Clarke) se vuelve consensuada a lo largo de la primera temporada.

Hay una justificación detrás de la pregunta. En octubre del año pasado, Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister) llamódegradantes” las escenas de Daenerys de la primera temporada. El mismo mes se publicó un libro sobre el trascámara de la serie en el que el autor original George R.R. Martin critica a los guionistas por haber cambiado esa escena (consensuada en el libro) en una violación. Un mes después, Iwan Rheon (Ramsay Bolton) dijo que la escena de la violación de Sansa Stark (Sophie Turner), que no está en los libros y fue agregada por los guionistas de HBO, fue el peor día de su carrera. Los comentarios revivieron el debate sobre el brutal contenido de la serie. Contenido que hoy Harington relaciona con sus dificultades de salud mental.

Luego de la entrevista con el New York Times, Momoa expresó al periodista su desacuerdo con la pregunta, explicando que la relación de poder entre los actores y los responsables de una serie no permite expresar incomodidad. De cualquier manera, en su primera respuesta Momoa expresó que fue una escena difícil, y que aunque no lamenta haberlo hecho, no lo haría de nuevo.

Hannah Waddingham como la Septa Unella

En mayo pasado, la actriz Hannah Waddingham contó su experiencia interpretando a la monja Unella en la serie. En su última escena, el personaje es víctima de tortura por parte del personaje de Cersei Lannister (Lena Headey), que la ahoga con una copa de vino. La escena, que dura solo segundos en la serie, tomó 10 horas de grabación y la actriz la describió como “después de dar a luz, el peor día de mi vida.” Días después Waddingham aclaró que no estaba criticando la serie, y que lo volvería a hacer. De cualquier manera, sus declaraciones resultaron preocupantes para entusiastas de la serie.

Como dice Momoa, Game of Thrones ya terminó. No tiene sentido lamentarse o pensar cómo encaja en el clima social actual. Pero después de estas declaraciones parece difícil que la precuela House of the Dragon (que se estrena en 2022) vuelva a hacer pasar a sus actores por situaciones similares.

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Escritora, community manager y entrevistadora. Fan de Superman, team DC, puede hablar a base de frases de Friends o Los Simpson.