Los números del debut de la cuarta temporada de The Witcher demuestran que la partida de Henry Cavill fue lapidaria.
Allá por 2019, cuando se estrenó la primera entrega de la adaptación de la icónica saga literaria y de videojuegos, parecía que Netflix tenía entre manos su próximo gran hit. No sólo estaba llevando a la pantalla una exitosísima franquicia, lo estaba haciendo de la mano de uno de los actores más cotizados en Hollywood, que además es un enorme fan de la historia y de su personaje.
Lamentablemente, los conflictos creativos entre el ex Superman y el equipo detrás del show llevaron a su partida tras la tercera entrega, lo que impulsó la llegada de Liam Hemsworth como el nuevo Geralt. Y si bien su versión del personaje no es lo peor de esta nueva tanda de episodios, no hay dudas de que los fanáticos no están acompañando el cambio.
A través de los datos publicados por What’s on Netflix sobre su top 10, durante los primeros 4 días de estreno, la cuarta temporada de The Witcher alcanzó los 7.4 millones de visualizaciones. Es decir, menos de la mitad de los 15.2 que hizo la tercera en ese mismo período, y mucho menos que los 18.5 que había alcanzado la segunda.
Además, es la entrega con menor puntaje de aceptación en Rotten Tomatoes, sumado a que tuvo una caída del 35% de audiencia en Estados Unidos, según revela Samba TV. En otros mercados, como Europa y Asia se ha mantenido, pero en América la caída es bastante fuerte, y era uno de los lugares que mantenían a la serie como un éxito.












