martes, mayo 7, 2024

Actores devenidos en directores: repasamos cinco grandes debuts detrás de las cámaras luego de haber estado delante de ellas.

“Todos los actores deberían dirigir y todos los directores deberían actuar, por lo menos una vez”, sentenció el gran Steven Spielberg, haciéndose eco de los miedos y las complejidades del trabajo de cada uno, delante y detrás de las cámara. ¿Será por eso que, después de años de pararse bajo los reflectores y aprender sobre el proceso, los intérpretes se lanzan a la aventura y prueban suerte con sus propias experiencias cinematográficas? A veces funciona, a veces no tanto, como el reciente debut de Chris Pine con Poolman (2023), una comedia de misterio que no encontró el favor de la crítica durante su estreno en el último Festival de Cine de Toronto.

Dejando de lado este bochorno, y otros ejemplos celebrados como Clint Eastwood, Greta Gerwig, Ron Howard y un larguísimo etcétera, destacamos a algunos actores que supieron hacer esta transición a lo grande.   

Robert Redford

En un punto, Redford planeó retirarse de la actuación después del lanzamiento de la aclamada Un Ladrón con Estilo (The Old Man & the Gun, 2018), pero lo hizo cambiar de opinión. El creador del Festival de Cine de Sundance, que siempre vio potencial en las películas independientes, comenzó su carrera detrás de las cámaras con Gente como Uno (Ordinary People, 1980), un dramón familiar que se llevó cuatro premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director para el debutante Roberto. Después le siguieron títulos como El Secreto de Milagro (1988), Nada es para Siempre (1992) y Quiz Show – El Dilema (1994), películas correctas y bien recibidas por la crítica y el público, que demostraron que es mucho más que una cara bonita.

Actores devenidos en directores: Jodie Foster Little Man Tate
Orion Pictures

Jodie Foster

Jodie creció ante las cámaras y ya era toda una actriz experta cuando apareció en Taxi Driver (1976). Después de un par de incursiones televisivas, decidió dar el salto como directora cinematográfica, debutando con la magnífica Mentes que Brillan (Little Man Tate, 1991): el relato de una madre soltera que lucha con la genialidad de su pequeño hijo, un nene con trastornos del espectro autista. Foster, la realizadora, no tiene muchas películas dentro de su currículum, pero todas tienen lo suyo. Lo mejor es su paso por la TV, al hacerse cargo de varios episodios de Black Mirror, Orange Is the New Black y Tales from the Loop. Necesitamos más de ese talento femenino.

Gene Kelly

Todos lo tenemos como el gran actor, cantante, bailarín y coreógrafo que enalteció el género musical desde la década del cuarenta. Pero Gene Kelly también hizo su gran aporte detrás de las cámaras, arrancando en 1949 con Un Día en Nueva York (On the Town), en colaboración con Stanley Donen. La dupla haría historia en Cantando bajo la Lluvia (Singin’ in the Rain, 1952), y seguiría con Siempre Hay un Día Feliz (It’s Always Fair Weather, 1955). En Invitation to the Dance (1956), Gene se cortó solo, y siguió dirigiendo hasta mediados de los años setenta, metiendo cositas como Hello, Dolly! (1969). Aunque poco de esto superó sus trabajos junto a Donen, nadie le quita lo bailado. 

Actores devenidos a directores: Gene Kelly Hello Dolly!
20th Century Studios

Maggie Gyllenhaal 

En 2021, varias actrices hicieron el salto y probaron sus destrezas detrás de las cámaras. Entre ellas, Maggie Gyllenhaal se destacó gracias a La Hija Oscura (The Lost Daughter, 2021), un drama psicológico que desmitifica la maternidad y que le dio su segunda nominación al Oscar, esta vez, en la categoría de Mejor Guion Adaptado. La película de Maggie mereció mucho más amor durante la temporada de premios, por eso estamos tan pendientes de lo que haga a continuación: según los rumores (a tomar con pinzas), la remake de La Novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, 1935) de James Whale. ¿Dónde firmamos? 

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Tom Hanks

El debut cinematográfico de Tom no es la octava maravilla, pero sí un clásico musical que no podemos dejar de amar. El actor se para detrás de las cámaras para contar una fábula sesentosa cargada de inocencia, en pleno auge de la “invasión británica” en los Estados Unidos. ¡Eso que Tú Haces! (That Thing You Do!, 1996) siempre va a destacar en su currículum como realizador, en parte, gracias a su genial banda sonora. De Larry Crowne (2011) preferimos olvidarnos, pero no podemos dejar pasar sus grandes proyectos televisivos como De la Tierra a la Luna (From the Earth to the Moon, 1998) y Band of Brothers (2001), de las que dirigió varios episodios. 

Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.