viernes, abril 26, 2024

Llegó esa época del año donde la tele se inunda de historias navideñas plagadas de nieve, regalos, entuertos amorosos, reuniones familiares y, en nuestro caso, extrañas criaturas, terroristas y niñitos abandonados en sus casas por padres despistados. La Navidad no es Navidad hasta que nos sentamos a ver –por enésima vez– estos clásicos cinematográficos que se alejan de los típicos relatos con moraleja, pero ahí reside su mayor atractivo. ¿Cuál sumarías a esta lista de indispensables?

FIEBRE MUNDIALISTA: 5 PELÍCULAS FUTBOLERAS

DURO DE MATAR (Die Hard, 1988)

Nada es más festivo que un rascacielos tomado por terroristas alemanes y un policía que debe salvar el día (¿?). John McClane (Bruce Willis) planea una bonita velada navideña junto a su esposa, pero Hans Gruber (Alan Rickman) tiene una idea muy diferente para las celebraciones del Nakatomi Plaza. John es el hombre común e imperfecto que se encuentra en el lugar justo y en el momento equivocado, aunque tiene la astucia suficiente para enfrentarse a los villanos y convertirse en el héroe de esta historia… y la franquicia. “¡Yippee Ki Yay, motherfucker!”.

GREMLINS (1984)

Antes de abrir ciertos regalos, hay que leer MUY bien las instrucciones y seguirlas al pie de la letra. Si no, pueden pasar cosas como esta: desatar una horda de malévolas criaturas peludas que terminan destruyendo el apacible pueblito de Kingston Falls. No podemos culpar a Gizmo, el mogwai más adorable de la pantalla, pero sí a los humanos incapaces de aceptar semejante responsabilidad. Joe Dante y Chris Columbus mezclan fantasía, humor y su buena cuota de terror familiar para concebir un clásico ochentoso insuperable cuando se trata de festejos que pueden salir mal.

REALMENTE AMOR (Love Actually, 2003)

Desde hace casi dos décadas, el clásico navideño más romántico: una historia coral, plagada de estrellas británicas y enredos amorosos para todos los gustos. Acá, todos tienen su trama preferida, incluso los anti-Navidad que quieren ver triunfar al viejo Billy Mack (Bill Nighy) en los rankings musicales. Para el resto todo es amor, confusión, encuentros y desencuentros, algunas frustraciones y muchos finales felices. ¿A cuántos nos hubiera gustado que la secuela del film de Richard Curtis fuera más que un corto televisivo para el Red Nose Day?

MI POBRE ANGELITO (Home Alone, 1990)

… Y hablando de Chris Columbus… ¿Cuál es su problema con la Navidad? En 1990 nos presentó a los McCallister, los padres más irresponsables del séptimo arte, que en pleno alboroto de las festividades se olvidan al pequeño Kevin (Macaulay Culkin) antes de partir con rumbo a París. El nene, solo en casa, disfruta de su nueva libertad, pero también debe convertirse en el protector del hogar cuando una dupla de ladrones intenta entrar a robar ante la supuesta ausencia de los habitantes. El bien –y las travesuras de Kevin– siempre ganan, pero cómo explicamos que le vuelva a pasar unos años después.

RUMBO AL OSCAR: 5 PELÍCULAS PARA TENER EN CUENTA

ELF, EL DUENDE (Elf, 2003)

Antes de meterse con hombres de hierro y mandalorianos, Jon Favreau puso a prueba su espíritu navideño y familiar con la historia de Buddy (Will Ferrell), un humano adoptado y criado por los elfos del Polo Norte que, ya entrado en años, debe viajar a la ciudad de Nueva York para encontrar su verdadera identidad… y a su papá,  Walter Hobbs (James Caan), un editor de libros infantiles que no se portó muy bien durante el año. Buddy, maravillado por la Gran Manzana y la cultura humana, pronto descubre que no todo en la vida es fantasía y buenas acciones. 

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Jefa de redacción. Nolaniana incurable. DC me da y me quita.