A los 54 años de edad, Matthew Perry falleció, y nos deja mucho sobre lo que reflexionar además de recordar las risas que nos regaló.
Cada año, durante la ceremonia de los Oscar, el in memoriam nos recuerda a las celebridades y trabajadores de la industria del cine que nos abandonaron durante el último año. Cuando en unos meses aparezca la foto de Matthew Perry, no hay dudas de que tendrá un impacto que pocos han tenido. Tal vez no era una leyenda de la era dorada de Hollywood, tal vez no era uno de esos actores que había entregado tantos papeles legendarios que cada vez que empezás a ver una película o una serie random recordás su partida cuando lo ves.
A Matthew le bastó un único personaje, una única serie para dejar una huella imborrable. Algunos prefieren a Rachel, otros a Joey, muchos la excentricidad de Phoebe. La obsesión por la limpieza y la competitividad de Monica seguro hizo que muchos se sintieran identificado con ella, y a pesar del rechazo actual que enfrenta ante las nuevas generaciones, muchos otros elegirían a Ross. Pero en el top 3 de personajes de Friends, la gran mayoría colocaba sin dudarlo a Chandler, y también debe ser el puesto uno más ocupado.
En el especial de Friends de HBO Max, los creadores del show recuerdan que el casting de Chandler fue de los más sencillos. En cuanto vieron a Matthew, supieron que era perfecto para el rol. Y es muy fácil entender por qué. En ese mismo especial, el actor reflexiona sobre la presión que sentía cuando hacía un chiste, la necesidad de que la audiencia se riera, como la frustración lo corroía por dentro si no funcionaba. Igual que su personaje.
Chandler no solo era el que nos hacía sentir acompañados cuando exponía sus traumas infantiles, cuando admitía sus conflictos sentimentales, y gritaba sus ansias por ser amado al mundo, dejando en evidencia su vulnerabilidad. Chandler, en gran medida, exponía también los miedos y fantasmas que acechaban al propio Matthew.
La fama no viene gratis, todos lo sabemos, pero son pocos quienes lo experimentan, quienes realmente comprenden el precio con el que viene. Matthew Perry fue uno de ellos, de los que expuso lo peor que vino con Friends: exposición, presión, vertiginosidad incontrolable, vicios.
IOSI, EL ESPÍA ARREPENTIDO: HABLAMOS CON EL ELENCO DE LA SEGUNDA TEMPORADA
No todo eran risas
En su memoir, publicado en 2022, Perry profundizó sobre sus problemas, dando cátedra sobre la importancia de la educación sobre salud mental, algo que ha fallado en Hollywood y en la vida en general desde hace años.
“[Estaba] en la cima de mi punto más alto en Friends, el punto más alto de mi carrera, el momento icónico en el programa icónico. Cuando sos un adicto a las drogas, todo es matemática. No lo hacía para sentirme drogado o bien. Ciertamente no era un fiestero; sólo quería sentarme en mi sofá, tomar cinco Vicodin y ver una película. Eso era el paraíso para mí”, escribió Matthew al recordar que tras final de la séptima temporada lo llevaron de regreso al centro de rehabilitación.
A pesar de que Matthew Perry confesó que nunca consumió mientras estaba en el set, sus adicciones comenzaron a afectar su trabajo, algo de lo que también habló en el libro:
“Una vez, en una escena en la cafetería cuando estaba vestido con un traje, me quedé dormido allí mismo en el sofá, y el desastre se evitó sólo cuando Matt LeBlanc me despertó con un codazo justo antes de mi línea; Nadie se dio cuenta, pero sabía lo cerca que había estado”.
Fuente: New York Times
HORROR: UN POCO DE TERROR FRANCÉS
Matthew Perry será eterno gracias a Chandler Bing
La mayoría de las personas se pasan la vida intentando encontrar la forma de trascender, de dejar una huella tras el camino recorrido que vaya a seguir estando ahí cuando ellos no. Matthew Perry lo logró, y la mejor manera de recordarlo es repasando nuestros cinco momentos favoritos de Chandler Bing.
Tal vez lo que más recuerden todos del episodio 14 de la quinta temporada de Friends, The One Where Everybody Finds Out, esa Phoebe gritando desde la ventana del departamento que luego sería de Ross al descubrir el romance de Monica y Chandler. Pero el juego de seducción entre Lisa Kudrow y Matthew Perry para intentar exponer al otro, y el punto más alto del episodio cuando Chandler admite estar enamorado de Monica, son igual de épicos.
Además de burlarse de los demás, Chandler siempre terminaba siendo un chiste en sí mismo, y una gran prueba de ello es The One With the Halloween Party, cuando Monica le elige un disfraz de conejo rosado y protagoniza una pulseada con Ross, quien está disfrazado del satélite Sputnik. Inolvidable.
Chandler no era perfecto, y también cometió sus errores, como burlarse de Susie Moss en la escuela primaria. En el episodio The One After the Superbowl, Julia Roberts interpreta a una ex compañera de Chandler que se cobra una muy tardía pero dulce venganza, dejándolo en el baño de un restaurante usando nada más que la ropa interior de ella. Matthew Perry escapando con una puerta del restaurante no tiene comparación.
Y sí, Chandler incluso a veces fue un mal amigo. En el episodio The One With Chandler in a Box, tiene que pagar por haber besado a la ex novia de Joey, Kathy. ¿Su castigo? Estar encerrado en una caja mientras piensa en lo que hizo, como Joey estuvo encerrado en la unidad de entretenimiento luego de que les robaran.
El casamiento de Chandler y Monica es uno de los momentos más emotivos de la serie, pero también de los más divertidos, con Ross, Phoebe y Rachel haciendo lo posible por encontrar al novio y evitar que la novia se entere que huyó. Pero el episodio The One with the Proposal, es sin duda uno de los puntos más altos de la relación de Monica y Chandler, y de esos que te traen absoluto confort.
Bonus:
