A pocos días de celebrar la noche más terrorífica, qué mejor que maratonear algunos títulos donde el horror se mezcla con la ciencia ficción.
ALIENS: EL REGRESO (ALIENS, 1986)
Si con Alien: El Octavo Pasajero (Alien, 1979), Ridley Scott intentaba ser minimalista, claustrofóbico e intimista, entonces, no nos equivocamos si decimos que esta secuela es todo lo contrario. Acá, James Cameron se pone más sangriento, espectacular y grandilocuente, tanto así, que tuvo que sumar a la reina de todos los xenomorfos para activar el instinto maternal de Ellen Ripley (Sigourney Weaver).
Después de sobrevivir a la Nostromo, la suboficial debe aceptar una nueva misión: regresar al planeta LV-426 –donde su tripulación encontró los primeros huevos alienígenas– porque Weyland-Yutani ha perdido contacto con la colonia terraforme que se instaló allí.
EL ENIGMA DE OTRO MUNDO (THE THING, 1982)
A diferencia de la versión de Howard Hawks, la película de John Carpenter se mantiene más fiel al relato original de John W. Campbell Jr., en el que ambos están basados. Y a pesar de haber sido un completo fracaso comercial, esta historia de terror y ciencia ficción adquirió categoría de culto, gracias a la atmósfera de paranoia que rodea a los personajes, el gore que raya lo bizarro, sus innovadores efectos especiales y uno de los finales más espeluznantes de todos los tiempos.
Por si son despistados y nunca la vieron, es esa donde un grupo de investigadores en la Antártida, encabezados por RJ MacReady (Kurt Russell), son sorprendidos y perseguidos por un extraterrestre que asume la apariencia de cada una de sus víctimas.
LA SUSTANCIA (THE SUBSTANCE, 2024)
Haciéndole frente a los prejuicios de la Academia, esta mezcla de comedia oscura, drama y horror corporal logró colarse en la última temporada de premios, a pesar del gore y una temática que pega fuerte entre las estrellas de Hollywood.
Demi Moore y Margaret Qualley son las protagonistas de esta fábula provocadora, escrita y dirigida por Coralie Fargeat, que reflexionar sobre los estándares y la cultura tóxica de la belleza, la fugacidad de la fama y la necesidad de mantenerse joven y relevante en un mundo que no tiene piedad con las mujeres (y los hombres) de ‘cierta edad’.
EL HOMBRE INVISIBLE (THE INVISIBLE MAN, 2020)
Tras haber descartado el fallido Dark Universe –franquicia que pretendía juntar a todos los monstruos clásicos de Universal Pictures–, Blumhouse adoptó otra estrategia y confió en Leigh Whannell (guionista de El Juego del Miedo) para escribir y dirigir esta nueva versión de la obra de H. G. Wells, con unas cuantas vueltas de tuerca.
El abusivo ex de Cecilia (Elisabeth Moss) decide suicidarse y dejarle toda su fortuna. Pero ella desconfía y presiente que hay un engaño detrás de todo este asunto… además de una figura invisible que la atormenta, aunque nadie puede ver.
¡NOP! (NOPE, 2022)
Jordan Peele sigue explorando el género terrorífico y, esta vez, suma un poco más de ciencia ficción y a la criatura más extraña (y cool) de la última década. Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun, Michael Wincott y Brandon Perea son los protagonistas de esta historia centrada en los hermanos Otis Jr. y Emerald Haywood, propietarios de un rancho donde crían y entrenan caballos para producciones de cine y televisión que, además de sortear las dificultades económicas que enfrenta el lugar, tienen que lidiar con un objeto volador no identificado. Conseguir evidencia del OVNI los podría hacer ricos, pero es más peligroso de lo que parece.












